Más que suficientes megapíxeles para la vida real
Es un tema de conversación que sale muchas veces no sólo en los viajes fotográficos con photolocus, en donde hablamos largo y tendido de las capacidades, cualidades y calidades de las fotos de viajes y el uso cada vez más generalizado de los smartphone y no solamente como cámaras, sino como herramientas más polivalentes y que hacen que los usemos más en detrimento incluso de las “otras” cámaras lo cual es ejemplo de que en muchas ocasiones es más que suficiente lo que nos aportan si bien no sustituyen sino complementan nuestro viaje en diferentes escenarios.
Hasta hace poco, uno de los argumentos que más oíamos era la calidad final, la resolución o detalle de las fotografías, es decir colocar al 100% poner en pantalla grande esa imagen de smartphone y se veía en ocasiones poca resolución o con poca calidad final. Eso ya se mejora y parece algo del pasado con las nuevas tecnologías y resoluciones casi excesivas, pues esa calidad que exigimos, no la vamos a usar en un 90% de las situaciones, si además como la mayoría de los mortales, imprimimos cada vez menos incluidos fotolibros y ampliaciones.
Sirva este post, simplemente para mostrar un ejemplo de millones que habrá por ahí e la red y poner en valor que en muchas ocasiones no necesitamos, mucho más. Sirva para ver también cómo la tecnología va desarrollando cada vez más aplicaciones y software eficiente y más perfeccionistas en estos pequeños aparatos que nos pueden llegar hacer prescindir, por ejemplo en fotografía, de filtros de densidad neutra, portafiltros y demás artilugios a plena luz del día para realizar incluso una larga exposición como muestra esta simpática imagen del Río Aragón en Canfranc hecha con Huawei. cuyo valor es de unos 500€-700€ y pesa menos de 200 gramos.
No hay ninguna verdad absoluta y no todos los móviles son iguales, pero excepto que tengamos un móvil de hace más de cuatro o más años, cuya tecnología ya está algo “limitada” para fotografía inclusive, si disponemos de cualquier smartphone actual, de los últimos 12-18 meses, y no hace falta ir a los top de gama, pues desde los 300€ hasta los 700€ hay un amplio abanico de marcas que ofrecen una calidad fotográfica excelente, y más que suficiente para nuestros propósitos y que cada día nos siguen sorprendiendo a todos los usuarios que amamos la fotografía y al mismo tiempo evolucionamos con ella. Sin olvidarnos de algo muy importante y que trato de compartir siempre en cada una de las actividades de fotografía que realizamos, “la cámara es solo un instrumento, la fotografía la haces tú”
Es verdad que las modas, las marcas, y las tendencias nos llevan al consumidor a “confiar” demasiado en lo que nos venden o quieren vender y esto es un mal hábito. Cada uno necesita según sus hábitos, presupuesto y otros factores una herramienta u otra, pero no es garantía de éxito creer que lo más caro y que más “trend” es lo mejor para nosotros.
Para mi trabajo uso un smartphone que me costó unos 700€, algo que entiendo es caro para muchos, pero en mi caso, llevo mi oficina y todos mi servicios ahí en la palma de la mano, tanto para la docencia como para el viaje. Me durará unos dos años, es decir 365 x 2=730 días, el costo de mi oficina, secretario, cámara, grabador, gps, calendario, agenda, traductor, gestor de reservas y apps es de 0,95 céntimos de euro al día más aquellas aplicaciones de pago que uso, pero es asumible, mucho más que hace tan solo unos años.
También hay cantidad de smartphones mucho más caros, denominados top de alta gama, que integran los últimos recursos innovadores para suplir las tendencias fotográficas y del viajero de hoy, que no le importa gastar más dinero, y que exige en un terminal todo terreno, resisente al agua, polvo, con excelente privacidad, para leer, jugar, con procesador potente, lente fotográfico estabilizado, luminoso, además de ligero, y sobre todo inteligente. Aunque hoy todos ya aportan incluso tecnologías para poder hablar con ellos y pedirle a Siri o Google Assistant, Cortana….que nos echen una mano en nuestro itinerario, con las recomendaciones, el GPS, la puesta de sol, la velocidad del viento, previsión de las auroras, y un largo etc….también algunos pueden argumentar simplemente querer viajar ligeros en su próxima aventura fotográfica 😉 portando en 200 gramos lo que antes llevábamos en un mochila de mucho más peso. Este propósito tentador, lo hemos comentado tantas veces que volver a ello, es cerrarse en un mismo círculo, el de la comodidad únicamente, cuando hay mucho más detrás, realmente, llámese sensatez o sentido común. Menos es más. La simplificación del proceso técnico, como fotógrafo permite, también centrarse algo más en lo artístico. Si la tecnología ocupa ese espacio nosotros debemos preocuparnos de lo que ella no sabe hacer, ser los artistas, los que sienten, se emocionan y dibujan con la mirada a través del visor instantes o capturas que contienen colores y la luz de una escena tal y como la vemos o cómo queremos capturar.
Nos encontramos con terminales móviles en 2018, que superan en mucho a los segmentos del panorama fotográfico de años atrás, gracias a sus características y diseño, discreción, rapidez y todos los adelantos que la tecnología actual, desarrolla en un mercado emergente, en software y hardware como la integración de la (AI) inteligencia artificial o al reconocer diferentes tipos de escenas automáticamente o adecuar parámetros en milisegundos (para que no pierdas ninguna foto que se escapa a nuestra falta de reflejos) , los modos de enfoque 4D, o simplemente al dejarnos elegir a nosotros todos esos mismos parámetros a nuestro gusto como hacemos con una cámara convencional en MODO MANUAL como apps o simuladores de captor, o las nuevas posibilidades de zoom ópticas con capacidad de planos focales infinitos por pulsos de luz, la inclusión de sensores y zoom extraplanos o los ya exitosos estabilizaciones de movimiento híbridos de hasta 4 segundos a mano alzada para fotografía nocturna de los últimos modelos y sistemas de larga exposición durante el día sin necesidad de filtros a pleno sol…
Nos encontramos en un momento lleno de avances y nuevos retos en la nanotecnología de los smartphone, a la que las grandes marcas líderes de la producción y fabricación de componentes fotográficos, lentes, sensores, con grandes acuerdos que no han querido perderse ni un ápice, pues saben por dónde está el futuro presente ya.
Cada vez menos modelos de cámaras fotográficas, tanto réflex, como compactas o mirrorless, están presentes en el mercado, aunque conviven, pero están viendo ésta transición y en muchos casos, van quedando olvidadas por el gran público. Los hábitos cambian, las cuentas también. Según TIPA 2018 de 192 millones de cámaras fabricadas en 2009 hemos pasado a 19 millones en 2019 en todo el mundo. Smartphone y compactas avanzadas con zoom, junto al crecimiento de las mirrorless han hecho bajar las ventas de las REFLEX convencionales. Excepto para los profesionales, que dan uso todavía a las reflex de manera “profesional”, la gran mayoría de usuarios (que antes no tenían otra opción) ya no compra pesadas cámaras ni objetivos grandes, porque el mundo evoluciona y la calidad de lo que ahora el mercado ofrece, es más que suficiente para tirar fotos, viajar, hacer un fotolibro, o simplemente compartir tus mejores momentos por whatsapp o Instagram. Cada uno debe ver en que grado de calidad se mueve.
Cualquier tiempo pasado fue mejor, creerán los escépticos. Probablemente para ellos es así, al ver cada vez más en estas cualidades y ventajas técnicas evidentes de la industria, no solamente cuestión de peso o ligereza, sino prestaciones, ahora también en calidad y resolución . Al final de éste post, tienes un ejemplo de una imagen de vacaciones, que es sólo, uno de los cientos de miles que habrá por ahí diseminados, y para muchos suficiente.
Y ojo, a nivel práctico, los megapixeles no son lo más importante, pues nadie manda por correo imágenes tanto peso, como la de un Huawei P20Pro, pero aqui hay unos datos que son interesante saber para impresión de sus archivos, la resolución de 40Mpx que da un archivo de 7296px por 5472px seguro que nos dejará más que satisfechos a la hora de imprimir una copia para un ampliación de hasta 92,65cm de ancho por 69cm de alto a 200ppp o bien un fotolibro de 25cm por 25cm, o de 30cm por 30cm a 300ppp con calidad editorial sin problema alguno, como éste de aquí abajo, de 18 x 18cm con todo lujo de detalle.
En un teléfono normal de 20 Mpx la fórmula resultante de un archivo 5.164px x 3.873px permitirá un tamaño de impresión de 43,72cm x 32,79cm a 300ppp. Esto que se consigue dividiendo los pixeles de Ancho y alto por 300 y después multiplicando por 2,54 qué es el número aproximado de centímetros que tiene una pulgada.
5.164/300*2,54=43,72cm
3.873/300*2,54=32,79cm
Una muestra que las fotos de los móviles ya no son únicamente para mandarlas por whatsapp o subirlas a instagram y las redes, aunque para la mayoría, te aseguro es más que suficiente.
Aquí abajo tienes un ejemplo de una foto de vacaciones, un archivo directo en .jpg y con diferentes detalles de los planos focales y profundidad de campo, al 50% primero con el detalle de la caseta, y al 100% con el detalle del fondo de la foto, con la Torre Irta de Peñíscola, en donde se aprecia ya una pérdida en pantalla de calidad mayor y por ello el límite de la resolución, teniendo en cuenta el foco principal de la fotografía es la caseta y la chica de la mochila roja y no la Torre Irta que está a varios kilómetros de distancia.
Haciendo clic a las fotografía tienes acceso a los originales, para que saques tus propias conclusiones. Al ser un archivo directo en .jpg solamente se ha hecho únicamente recorte del original al 50% y al 100% para ver los detalles en grande, con Adobe Photoshop CC 2018 y por tanto hay una pérdida de calidad en la compresión de nuevo, pues no olvidemos que partimos de un .jpg directo