El sabor de lo bien hecho, una virtud sólo de nobles
A pesar de que el mundo se mueve por cifras, y que por ello se busca hasta la saciedad el consumo a gran escala como eje de las grandes producciones, cada día más industrializadas y con todo tipo de procesos poco saludables para el consumidor final, en donde la única premisa es la cantidad y no calidad, todavía hoy debemos estar orgullosos en algunas zonas de Aragón, por nuestro clima, tierra y virtud noble, que permiten una excelente producción hortofrutícola. Tanto nuestras verduras como frutales, se han ganado un sitio preferente en dispares lugares de todo el mundo, y no de es de extrañar que la culpa de mucho de ello, sea la responsabilidad de conseguir un buen producto, como siempre se ha hecho, para que llegue a nuestra mesa y a nuestros sentidos, aunque ésta labor de nuestros agricultores sea una virtud sólo de nobles.