El compromiso de la fotografía, y de cada cual.
No hace mucho, tuvimos ocasión de charlar largo y tendido acerca de los beneficios de la práctica fotográfica. Así como motivaciones. Aunque cada uno lo hace por cuestiones muy diversas. Hay para todos los gustos y colores….Quienes buscaban reconocimiento, viajeros, voyeur, curiosos, los competidores incansables, experimentadores de nuevas técnicas…y un largo etc…
Y aunque a cada uno debe servirle la práctica fotográfica para lo que quiera o desee, coincidimos una gran mayoría de los que estábamos de tertulia, que probablemente infravaloramos, las posibilidades que ofrece en conjunto dicha práctica, tanto terapéuticas y a nivel personal, fomentando la generosidad, autoestima, seguridad o creatividad, como las resultantes o de fin que pueden tomar, como por ejemplo de compromiso social, defensa de los derechos, de denuncia o puesta en valor de espacios naturales o patrimoniales, lo que obliga a conocer mejor nuestro entorno y culturizarnos o simplemente de excusa para compartir momentos que fomenten entre otras las virtudes y valores humanos, que algo escasean en una sociedad trivial, llevada al límite por la situación que nos rodea y además plagada de intolerancia, competitividad, indiferencia…incluso falta de respeto o la envidia. De cualquier forma, un arte debe ayudar, enriquecer, pero no apartar, individualizar, introvertir….o llegar a pensar que somos el number one….!
Al hilo de ello tratábamos en la sobremesa entre risas y cafés, que para todos estos males, nada mejor, comentábamos, que buscar en la fotografía un aliado, un ejercicio periódico, que nos permita a través de su práctica, mejorar como personas, aprender, llenarnos de conocimientos, ser menos individualistas y más sociables, menos sabelotodo y más receptivos y humildes, menos coleccionistas de instantes, de fotones y más vividores de experiencias que nos enriquezcan como personas y que nos permitan ver realmente que no somos el ombligo del mundo. El viaje y la fotografía tienen mucho de eso. Y es que en la actualidad se le da más importancia en algunos ámbitos, a saber convertir durante una hora una fotografía RAW, en un cuadro hiperrealista con muchas máscaras de luminosidad y otras acciones, y como hobby es más que respetable, pero quizá eso nos aparta de lo que es la fotografía, escribir con luz…descubrir,conocer y transmitir lo que tenemos delante, más cuando cualquier niño de 10 años hace mejores fotos que nosotros con un simple móvil, por ser más original, espontáneo y con un objetivo seguramente diferente al que nosotros buscamos a veces, más sincero y aunque “falto de técnica o equipo y procesado” para muchos jurados, mucho mejor comunicador de la historia que tiene delante. Pero ahí no acaba todo….
¿Y si al mismo tiempo podemos cambiar en la medida de lo posible el mundo que nos rodea o a nosotros mismos con esa afición o profesión?. Todos conocemos muchos fotógrafos que lo hacen, comprometidos con la defensa de la naturaleza o del paisaje de las costas, de la fauna en peligro de extinción, o de la denuncia de los derechos humanos, pero también con las desigualdades sociales, conflictos bélicos o de colectivos sociales más desfavorecidos.
A todos nos gustaría seguir su ejemplo….coincidimos la mayoría. Yo compartía mi experiencia, en mi pequeño mundo cercano, y a otro nivel por supuesto, con medios extranjeros y durante la crisis reciente, de España y Portugal, y explicaba qué me llevó en su momento a ello. El convencimiento personal de dejar testimonio, a través de la fotografía, para documentar y difundir lo que aquí, cerca, estaba pasando de cara a otros países, otras opiniones y culturas. Y aunque esto se salía del ámbito de mi trabajo habitual de defensa y puesta en valor del mundo rural que llevo desarrollando desde hace años, era también un compromiso que aportaba una visión más, convertida en una necesidad y apoyada de la fotografía. Cada uno de los contertulios, contaba igualmente algunas vivencias similares, que le habían llenado a nivel personal gracias a la fotografía, y su compromiso, por pequeño que fuera. Todos tenemos pequeñas anécdotas e historias que contar entorno a una afición así…pero también ocasiones en las que la fotografía y el compromiso con uno mismo pueden ser más útiles para todos los partícipes.
Versamos mucho acerca de que nos sirve hacer “fotones”…¿Cómo utilizamos la fotografía para cambiar el mundo que te rodea o aunque sea para intentar conocernos mejor?. Una de las preguntas que se planteaba por parte del abogado del diablo, necesario para toda tertulia era; ¿Qué consigues con tus instantes capturados? ¿Te enseñan algo? ¿te hacen mejor persona? Si la respuesta es, “Fotografío porque me gusta, es un hobby y a mi me basta”, de acuerdo. Todos y cada cual somos libres de hacerlo, pero es posible, que sólo estemos usando una pequeña parte de nuestro potencial como creadores, artistas y personas. Podemos utilizar al mismo tiempo, esos instantes para aprender, conocer, investigar, pero también para contar historias, sencillas, cotidianas, cercanas, y quizá estremecedoras..pero que ayuden a otros a verlo a través de la propia mirada, a transmitir algo más que una fotografía espectacular “técnicamente hablando” y lo más importante a comprometerte a través de la fotografía con aquello que te preocupa…sin temer a nada ni a nadie. ¿Qué mejor manera de comunicar tus inquietudes y experiencias que con tus fotografías si además éstas pueden ser útiles a otros, sus protagonistas ?
En fin….estas fueron algunas de las preguntas y respuestas, de aquella tarde de tertulia, entre amigos, aficionados, profesionales de la fotografía y un servidor, y que tan solo son una pequeña parte, de todas las incógnitas que puedan surgir, en torno al compromiso de la fotografía que cada uno podemos tener. Algo que tenía ganas de poder compartir en mi blog pues creo un tema interesante y con muchas vertientes. Todo un dilema apasionante, pero lleno de experiencias que demuestran si buscamos bien, que la fotografía ha conseguido cambiar en más de una ocasión el mundo y a las personas a través de las imágenes, de las historias, del compromiso de cada uno…confiere. Algo que va mucho más allá, que la búsqueda del propio ego que sólo genera envidias por ligarse estrechamente a la ignorancia y que ofrece mucho más por lo mismo.