La genialidad de lo pequeño y del sentido común
Hoy marchan de vuelta, los aventureros de la edición del primer viaje fotográfico a Islandia de este año 2016, con Photolocus.net . Como siempre un grupo de Cataluña, Madrid y País Vasco, de gente estupenda y que han sabido con gran humor enfrentarse a las inclemencias del tiempo, disfrutado como tantas otras veces antes, no sólo del paisaje que este país ofrece al visitante, sino de los pequeños rincones y momentos que recordarán durante muchos años. Han sabido estar, entender y respetar las normas que este país impone a los visitantes y fotógrafos para poder seguir disfrutando de la naturaleza como el espectáculo realista que nos enseña que apenas somos nada, un suspiro, ante la grandeza de la tundra, la lengua del glaciar o el desafiante océano.
Apenas una semana antes, leía en la prensa local islandesa, como la imprudencia de algunos visitantes se llevaba la vida de una joven en la playa de Reynisfjara, cerca de Vik y considerada una de las más peligrosas del mundo. Pocos días después un grupo de turistas tenían que ser rescatados de la laguna de Jokulsarlon por quedarse atrapados en una blanquisa a la que de manera imprudente habían subido, quizá para hacer la foto que podría haberles costado la vida. Pero tratándose de turistas quizá eso pueda parecernos normal, aunque a los islandeses no, ya que el respeto por las normas y en especial por la naturaleza, está por encima de todo.
Personalmente me preocupa mucho más, la imprudencia, de quienes son guías, o ejercen de ello, hace unos años cuando lamentablemente moría aplastado uno en la cueva de hielo, dejaba claro que era lugar al que nunca metería a un grupo de personas que conduzco por el país, el riesgo es palpable.
Un guía local islandés fotografiaba y publicaba hace bien poco mostrando a un grupo numeroso de veinte fotógrafos españoles, guiados seguramente por algún inconsciente, encaramados fuera de los límites permitidos, en busca de la fotografía de sus sueños imagino, y que dejan de nuevo la imagen de nuestro país en entredicho, y lo peor, demuestran el poco respeto por fotografiar aquello que tanto admiran y luego presumen enseñando, la naturaleza que les rodea, eso sí, sin sentido común. Esa es una actitud muy equivocada y de la que me alegro que ninguno de los grupos que he guiado en estos años ha seguido, por entender hasta donde se debe llegar en la practica de la fotografía de naturaleza, tanto aquí como en cualquier lugar del planeta.
Dicho esto, y que nos sirve para reflexionar a todos, en unas horas viene el segundo grupo , que recogeré en el aeropuerto, quienes igual que los anteriores, estoy seguro sabrán entender que la genialidad está en lo pequeño, y no en los ilustres paisajes hiperrealistas y enmascarados que tantos y tantos siguen persiguiendo, creyéndose por un instante grandes fotógrafos de naturaleza.
No te la juegues nunca. Ninguna Fotografia vale más que tu vida.