Toscana en otoño, un viaje fotográfico muy especial
Cada año volvemos a Toscana en otoño, en unas fechas muy concretas y unos alojamientos específicos, a pesar de que es uno de esos rincones que es imposible de disfrutar durante cualquier época del año por la masificación que hay si no prevés con bastante antelación, recorrido, itinerario y visitas así como hoteles que te vas a alojar.
Toscana sigue siendo uno de esos lugares más fotografiados del mundo, y si bien una pareja de amigos o tres personas pueden tener más opciones, en el caso de los viajes fotográficos, como los nuestros, de ocho participantes, la cosa se complica, pues has de tener disponibilidad para comidas y cenas en los lugares que normalmente visitamos y no es lo mismo una mesa para tres, que para nueve, conmigo incluido. Esa que es una tarea que llevo realizando desde hace años, a veces se convierte en complicada en destinos que ya están precisamente masificados, como Islandia por ejemplo, en donde la oferta de servicios es mucho menor que la demanda de los visitantes, teniendo que hacer a veces maniobras orquestales para cuadrar las localizaciones y horarios de atardeceres o comidas. Es sin duda una tarea de lo más divertida, por eso mi agenda siempre está provista de unos cuantos teléfonos de estos locales y lo más importante, la experiencia con cada uno de ellos para ajustar el timming del itinerario.
Italia tiene la ventaja que es para nosotros cercano y podemos escapar en cualquier momento. La oferta de vuelos es variada, económica por tanto y la información turística allí es abundante, concretamente, Toscana sabe venderse al turismo en general, muy bien. Sin embargo, para fotografiar Toscana, hemos de darnos cuenta al igual que otros destinos, el recorrido turístico, está muy lejos de lo que es el itinerario fotográfico. Irse como todos sabemos, con un autobús turístico no es lo mismo, y por otro lado ir de explorador por sus colinas, en busca de las localizaciones a veces hace que volvamos sin las fotos del lugar en el momento apropiado, es decir, hemos perdido, tiempo y dinero sin las fotografías que nos hubiera gustado traernos. Veo cientos de ejemplos de personas que les sucede esto en Islandia, Italia y muchos otros destinos, cuando llegan al lugar que pone en Google Maps, esta apestado de gente y fotógrafos empujando, y es algo que se puede evitar.
Personalmente y pesar de que había bastantes amigos y clientes que me pedían este destino desde hace tiempo, siempre me resistía, pues sabía de la dificultad de poder diseñar un viaje así en un destino top, en donde los pros y los contras han de estar muy bien definidos para conseguir tener éxito, pues lo importante no es hacer un viaje fotográfico diferente sino mantenerse y seguir haciendo cada año las ediciones de un destino top dependiendo de lo que nos pide el cliente y esto va relacionado con la satisfacción del mismo, que es consecuencia del trabajo bien hecho de quien organiza y entre otros factores clave. Nunca hubiera imaginado que éste próximo otoño iba a realizar la edición vigésimo séptima a islandia, el país más de moda actualmente en turismo fotográfico, y que he tenido la suerte de conocer en ese proceso evolutivo del turismo de masas durante los últimos diez años. Hoy ya no es lo que era, y saber como moverte por allí, para evitar lo que todos fotografían es lo que seguramente nos permite seguir volviendo en tres ocasiones al país cada año.
En fin que me enrollo, si te apetece vivir la Toscana desde dentro te recomiendo te escapes este otoño con nosotros, en pocas semanas cerramos ya el grupo que ya esta a la mitad, y no me gustaría que al menos conocieras un poco más de este destino popular de otra forma, viajando lento y fotografiando la esencia del viaje. Te espero si quieres claro.
Vídeos de otoño
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