Campacruz, la esencia del pirineo
Hace unos meses me llamó Tere, de Campacruz en Puyarruego, cerca de Ordesa y Monte perdido, un lugar entrañable, para realizar un vídeo de la casa de turismo que ellos tienen y de sus dos apartamentos cuidadosamente equipados, en un lugar privilegiado como es su localidad a la entrada del Cañón de Añisclo, cerca del Parque nacional de Ordesa y Monte Perdido. Cada apartamento que ellos tienen es para seis personas y ambos son una delicia, tanto para familias, amigos, parejas y grupos, aprovecho para invitaros a pasar un fin de semana en ese entorno, os va a maravillar.
Como en otra ocasión hace ya seis años, Tere, me pidió, hacerles un trabajo audiovisual. Anteriormente solo puede juntarles fotos de varios amigos comunes y hacer el montaje con música…algo muy básico. Ésta vez, quería algo diferente en vídeo, un poco más personal, imagino. No me pude negar, a pesar de que ando como un titiritero con los cursos en Madrid y Barcelona de aquí para allá y hace tiempo que no puedo dedicarme a la promoción audiovisual del turismo como antaño lo hacía. Dicho y hecho, después de venir de los “cuatro viajes fotográficos” seguidos que me coincidieron este octubre hasta mediados de noviembre pude escaparme y preparar a toda prisa, parte del equipo ligero de grabación en 4K, para la realización del vídeo que me llevó una jornada y media de grabación y que tuve que cuadrar en ésta loca agenda que me ha tocado, cuando iba de paso a otro taller de fotografía en la otra punta del pirineo Navarro.
Durante mi visita a Campacruz, esa tarde, noche, Tere me fue contando sus ideas, ilusiones, miedos y deseos. Sobre la marcha fuimos grabando, algunas escenas en la casa y planos que ilustraron, las pinceladas tanto de la vida cotidiana del hogar como de la familia, todas muy reales y cálidas como ellos lo son. Sergio y Alejandra los niños de la casa eran los protagonistas que además al día siguiente centrarían la atención e hilo conductor del vídeo clip. Después de una fantástica cena con los productos de la zona, queso de los buenos, membrillo casero, vino y cerveza local, y la tertulia, marchamos a dormir, pues tocaba ya descansar, eran la una de la madrugada cuando apagaba la luz, y estaba exhausto, del viaje y la sesión de grabación contínua. Mucha excitación, concentración y horas en marcha…acaban con cualquiera.
A la mañana siguiente el despertador tocaba temprano. A las 8 teníamos que estar listos para desayunar y grabar los primeros planos de la mañana con la luz todavía no muy alta. El día no podía ser mejor, nublado. Nos dispusimos a grabar primero al pequeño gran hombre, Sergio montado en su bicicleta por los dominios cercanos a la casa y luego realizamos diferentes tomas desde el vehículo que conducía Tere y algunos planos aéreos con la mejor luz, que compondrían la línea central de la historia basada en las actividades de bicicleta de montaña que interpretaron a la perfección padre e hijo, ambos Sergios y protagonistas de las escenas de gran belleza otoñal, acompañadas del tremendo esfuerzo en esas subidas empinadas pistas y carreras con la bicicleta de montaña en un entorno más que envidiable y único que es una de las mejores formas para presentar lo que ellos tienen.
Tanto en las calles del pueblo con la grabación de escenas del recorrido a pie como en las inmediaciones de Puyarruego en la mañana o en las tomas aéreas del río, nuestro interés mútuo era dejar muestra de la importancia de la ubicación y sus atractivos naturales en la elección de una casa de turismo rural. Tener un río como el Bellos, a cincuenta metros escasos del alojamiento es un lujo, y es importante destacar, así como alguna pincelada de los propios alojamientos, que escasamente salen en la parte final del vídeo, no porque no lo merezcan, sino para invitar a quienes lo quieran conocer, a visitar este fantástico lugar del pirineo aragonés enclavado en el mismo Cañón de Añisclo y que cuenta con el calor y hospitalidad de una familia de esas que uno puede decir, que son la esencia del pirineo, por sus raíces, su trabajo y esfuerzo en la dedicación continua para seguir alojando a todo aquel que desea descubrir una parte más de nuestras montañas más sorprendentes, sus pueblos más auténticos, así como la gastronomía y productos locales y lo más importante, el trato real de sus gentes y su naturaleza, un bien cada vez más difícil de encontrar.