Fotografiar la aurora boreal, si el tiempo lo permite y la suerte te acompaña
Durante la 8ª y 9ª edición del Viaje fotográfico a Islandia que hemos celebrado en septiembre y octubre de 2013, con Boreal Travel, el primero especialmente diseñado para la agencia catalana Artisal Travel Photography y el segundo para la Asociación Aragonesa de Fotógrafos de Naturaleza ASAFONA, hemos podido disfrutar no sólo de un paisaje con el que siempre Islandia nos sorprende, por su semblante siempre imprevisible, hostil y mágico, sino por la lotería que supone el poder vislumbrar en todo su esplendor, la Aurora Boreal con un nivel fantástico (active y high) en el que la intensidad de colores, matices y movimiento (dancing) no olvidaremos en mucho tiempo.
Es importante señalar que en nueve ediciones, y a pesar de haberlas fotografiado con distintas intensidades o niveles, esta última, la 9ª edición de ASAFONA, ha sido en la que tanto la duración prolongada y casi extenuante desde las 20:45 horas hasta las 4 de la madrugada como la intensidad de las luces del norte nos han permitido presenciarlas con mayor disfrute.
A pesar de las previsiones del tiempo, siempre al último minuto, que normalmente vamos consultando en webs de referencia como www.vedur.is en la que podemos ver principalmente la meteorología, vientos, precipitaciones y lo más importante, las masas nubosas en la zona que nos encontramos en el momento para buscar cielos despejados, con una previsión de tres en tres horas, también la NOA del Geophysical Institute desde Alaska y diferentes aplicaciones de móvil que alertan del nivel y la actividad de las luces del norte, esta claro que la mejor de las alternativas durante los meses de septiembre a marzo es salir a cazar las auroras siempre que el cielo esté despejado, ya que en ocasiones aunque los niveles de actividad sean bajos, si el cielo está estrellado, hace frío y algo de viento, podemos capturarlas al menos con nuestras cámaras.
Sobre los ajustes, muchas veces depende del lugar en el que nos encontramos, ya que si tenemos luces artificiales como farolas, en ciudades o ubicaciones rurales iluminadas con fluorescente o tungsteno, necesitamos únicamente corregir el famoso WB o Balance de Blancos, ajustando éste a su posición concreta en vez de AWB (automático) con el que normalmente trabajamos.
De todo ello y en especial de la fotografía nocturna en lugares con luz artificial, hay un manual sencillo de bolsillo, con 130 páginas, que publiqué hace poco, que ha tenido bastante éxito y que se titula “Las 4 Claves de la fotografía nocturna en ciudades“, se puede adquirir en versión eBook para iPad o impreso en la tienda on-line de Blurb…y explica como sacar el máximo partido a nuestra cámara en entornos lumínicos por la noche.
En el caso de que estamos en un espacio natural, sin contaminación lumínica, los ajustes del WB o Balance de blanco pueden variar entre los 3400º y 4700º Kelvin, algo que podemos ajustar a posteriori si trabajamos en RAW, que es lo recomendable, ya que además podemos subir un poco la exposición en el procesado (+1), para evitar así más tiempo de exposición en el momento de la toma y no se difuminen tanto las auroras.
El tiempo de exposición también variará, pero ronda entre los 6″- 8″ (6 u 8 segundos) si trabajamos con objetivos muy luminosos (f/1.4 o f/2.8) hasta los 30″ (30 segundos) si no hace mucho viento y las auroras están más quietas. Hay que señalar que no hay reglas fijas y la propia experimentación de la exposición en el momento es la que nos guía.
Los ISOs con que hemos trabajado durante estas últimas ediciones hay variado desde los 800 hasta los 3200, dependiendo de la intensidad de las auroras, teniendo en cuenta también que si reducimos el ruido durante la toma, aunque muchos recomiendan esto por su mejora del RAW, perdemos un tiempo valioso que no vuelve a suceder, además de consumir más batería, por ello es aconsejable, procesar el ruido del RAW a posteriori con el editor RAW del fabricante u otro para ese cometido.
En cuanto al equipamiento, lo importante es viajar siempre ligero, y con los objetivos que tenemos tenemos la opción de usar siempre diafragmas evidentemente abiertos, en esta ocasión han sido en su mayoría los más abiertos de nuestros objetivos, es decir f/1.4, f/2.0, f/2.8, o en el caso de los objetivos estándar f/3.5, intentando usar en la mayoría de ocasiones objetivos super gran angular o angular (10-20mm, o 11-16mm, o 20mm, o 35mm).
Como las distancias en paisaje abierto son grandes una opción es el uso de un simple y sencillo 50mm f/1.8 que vale poco más de 100€, y usarlo para tomas verticales al tener un gran campo de visión delante nuestro a lo lejos muy amplio a pesar de tener una focal media.
Por supuesto el trípode y el frontal o pequeña linterna son los mejores aliados en nuestras hazañas de fotografía nocturna, aunque es como todo una cuestión más de suerte que de equipamiento, así como la hora y el lugar en que saldrán las auroras, normalmente desde las 21 horas en adelante…. por eso a veces lo mejor es no perder tiempo y cuando las vemos, ir a por ellas donde nos coja, y buscar los encuadres de la escena que más no gusten.
Para quienes deseen más información y aspectos técnicos, hay un artículo anterior que publiqué en este blog, “Cuatro ajustes básicos para fotografiar auroras” que hace referencia a este tipo de fotografía nocturna, de manera algo más detallada y con todos los ajustes óptimos para cualquier cámara, si bien esta claro para disfrutar de este espectáculo lo más importante es que el tiempo nos lo permita con un cielo estrellado y la suerte nos acompañe.
Si quieres aventurarte, a finales de febrero de 2014 hay varias ediciones en preparación igual que años anteriores de nuevo a Islandia durante el invierno menos hostil, para que al menos lo intentes.