La aventura del país islandés, vigésimo sexta edición

No pasa ninguna edición sin que a las pocos días de volver, suba un breve post a modo de resumen de lo que nos ha acontecido y ésta no iba a ser menos, a falta de tener, ya con más tiempo, el vídeo de recuerdo para los asistentes, de nuestra expedición por el país, ésta la vigésimo sexta. A pesar de que a los asistentes les recomiendo no mirar las fotos hasta pasadas unas semanas, yo siempre elijo unas cuantas para ilustrar este post.

Este año 2018 la edición de invierno ha sido de las más complicadas por meteorología y por ello, en cuanto a condiciones de movilidad por el país, por la presencia de dos fuertes tormentas huracanadas con vientos en ocasiones laterales que llegaron a superar los 38 metros por segundo, es decir casi 140 kilómetros hora. El viento sin duda es lo más molesto en los desplazamientos por el país.

 

A nuestra llegada en la primera edición, el 17 de febrero, las nevadas copiosas de semanas atrás habían dejado un manto blanco en la totalidad del territorio. La conducción sobre hielo a pesar de la preparación de los vehículos en Islandia siempre es un aspecto a tener en cuenta y que por mucha experiencia que hayas adquirido, te hace ser muy prudente, más cuando no viajas solo, y eres responsable de llevar a un grupo de personas en condiciones cada vez más adversas, que son las que tiene el país de forma habitual en estas fechas.

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El tiempo muy poco propicio y las constantes alertas naranjas y amarillas nos impidieron en ambas ediciones, comenzar el itinerario por la zona de Reykjanes para visitar Krysuvik, Seltún y el sur de la costa hasta llegar la zona de Vik que nos ocupa la primera jornada siempre. El plan fue el recomendado por el interior desde Reykjavik en la N1 como la única alternativa. Cada edición de cualquier manera es diferente a pesar de tener un itinerario similar, en alojamientos, los puntos de parada, etc.. son la luz y la meteorología lo que nos condicionan siempre. Este año venían repetidores de otras ediciones, que a pesar de haber venido en otras ocasiones, pudieron ver nuevos lugares que en otras no habíamos parado por esa misma razón. Islandia siempre te sorprende, hayas venido una, dos o cuatro veces, ¡que me lo digan a mi, que ya llevo unas cuantas!

La meteorología de ambas ediciones ha sido adversa, si, pero eso ha hecho que la naturaleza estuviera muy diferente a como la hemos encontrado en otras ocasiones. No olvidemos que Islandia es un país especial. Querer tener sol y buen tiempo, es quizá, ir con un deseo equivocado a un viaje fotográfico al país, pues para ello, ni el sol ni en buen tiempo son idóneos para la fotografía, pero es algo que los asistentes han podido descubrir por sí mismos, a pesar de habernos concedido en ambas ediciones unas cuantas horas de sol…y se agradece, el hecho de que durante casi todo el día los 15º o 20º de ángulo del sol en forma de luz, difusa y a veces presente.

Por otro lado, los viajes nos permiten intercambiar opiniones, inquietudes y también experiencias, algunas de ellas tan clarificadoras, como el que la fotografía de naturaleza y de paisaje en Islandia, y en cualquier otro lugar de éste estilo y época, exige el sacrificio de pasar frío, sueño y a veces ver incluso muy poco recompensado ese esfuerzo. No es bueno tampoco venir sólo con imágenes en mente, prediseñadas de otros fotógrafos, ese es un gran error común y que nos quita personalidad, aún más de poca valoración de uno mismo, pues seguro que tu eres capaz de sacarle más partido al paisaje que te enfrentarás, a pesar de lo que piensas….solo hay que estar ahí, vivirlo e interpretarlo como te venga bien, eso es algo que no lo enseña ningún gurú del oportunismo o del photoshop, como la vida misma.

Sobre esas grandes fotografías, que muchos vemos, y aunque algunos no lo crean, las que vemos de Islandia, además de estar hechas por fotógrafos locales la gran mayoría, exigen además de un conocimiento exhaustivo del terreno, sus costumbres, el país en general, también y principalmente de una gran dosis de paciencia, en la que días, semanas o meses, dan finalmente fruto, algo que no se consigue con unas horas o días de visita, en un viaje esporádico, por mucho que lo ansiemos, o incluso que nos lleven al lugar adecuado en el mejor momento. Hemos de ser conscientes que no es llegar y besar el santo 😉 Un viaje fotográfico sirve para conocer un poco más algunos lugares idílicos de un destino, pero no para hacer tus mejores fotografías del mismo, sino un acercamiento, una experiencia, que seguramente nos hará volver otra vez.

Sea como fuere, algunas de las cosas que hemos podido ver en esta vigésimo sexta edición y edición Bis, ha sido el cambio tremendo de una semana a otra, la primera con todo absolutamente nevado, ventiscas, nieblas y la segunda con apenas nieve ya en carreteras y con un paisaje más otoñal que invernal pero también con un predominio de nubes bajas. Las lluvias intensas y el viento han modificado más que nunca el territorio de manera importante en tan solo días. Los expertos climáticos hablan de un cambio que cada vez se nota más, y las personas que conozco en el país me han confirmado la virulencia y variabilidad de este invierno realmente hostil y fuera de todo pronóstico. Quizá estamos asistiendo e incluso documentando sin quererlo, algunos síntomas de ese cambio climático cada vez más irreversible….y que se nos espera ántes de lo que creíamos. Lo hemos podido comprobar allí mismo esas semanas, con el efecto del vórtice polar, superando en Islandia la mayoría de temperaturas de España , Italia y otros países europeos.

Nuestras paradas, itinerarios y lugares a visitar han sido como siempre la aventura en la que no hay ni puede haber, improvisación alguna ni azar, sino decisión acertada, que puede cambiar recorridos en cuestión de minutos por las condiciones que surjan. Parar en lugares de camino a, o rincones que otras veces no habíamos estado tanto tiempo ha sido la gran ventaja que estos asistentes han podido recopilar en sus retinas. Páramos helados, lugares que hemos cruzado místicos de elfos, llenos de magia y otros también de paso, turísticos que no fotográficos, son el recuerdo que todos ellos seguro van a poder contar a sus amigos, familiares y tengo algo seguro de todos ellos, volverán.

No puedo desde aquí sino agradecerles a todos ellos en especial, a Maria Luisa, Amparo, Andrés, Montse, Lluis, Juan Carlos, Teresa en la primera edición, y a Carme, Rosalina y Rosalina hija, Irene, Orestes, Paco y Carlos en la edición Bis, la oportunidad de habernos conocido, y su confianza en un servidor para su guía por el país y a nuestra agencia de viajes colaboradora, Boreal Travel por su soporte constante también una vez más en todos estos años que nos permiten ir mejorando y manteniendo como siempre por encima de todo interés económico la responsabilidad y respeto por la naturaleza que visitamos.

A la espera que pueda meterle mano al video de ambas ediciones invernales, entre viaje y viaje…deseo ya con anhelo, el año que viene volver a redescubrir una vez más esa Islandia invernal siempre desconocida y llena de magia con viej@s y nuev@s amig@s que se atrevan con esa nueva aventura fotográfica de Photolocus.net en el país Islandés.

Mientras para ver algunos de los momentos ilustrativos con mi móvil, de esta última edición solo tienes que buscarme y seguirme en Instagram @chavinandez

https://www.instagram.com/p/BfvQCdKnExq/?taken-by=chavinandez

Tienes un libro “Sur de Islandia para fotógrafos” que edité hace un tiempo de este itinerario que da mucho juego no solo para invierno, sino para otoño o verano. Tienes aquí el enlace y más información.

Si quieres ver más vídeos de otras ediciones, te recomiendo mi canal de VIMEO 

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Hasta que quieras 😉