La fotografía es una cuestión de práctica, pero debe ser una visión personal
Una de las conclusiones de los talleres que vamos haciendo desde hace tiempo y las experiencias obtenidas con el mundo de la fotografía que intento transmitir y compartir con la mayoría de los asistentes a escapadas, tours fotográficos y demás talleres, es que la mejor forma de aprender fotografía es practicando, esto es obvio, pero practicar en grupo ayuda mucho.
Las reglas, trucos y secretos de este arte tan amplio se aprenden saliendo al campo, a la montaña o viajando y disparando mucho. El problema a veces que tienen muchos de los asistentes que hemos coincidido durante un fin de semana o puente fotográfico es que ellos por si solos no obtienen los resultados que ven en otras fotografías de sitios como Flickr u otros arquetipos, esto no tiene ninguna importancia, cada uno debemos experimentar para obtener nuestro resultado. Mi consejo es salir con gente que le gusta la fotografía y que sabe o destinar un fin de semana organizado para conseguir aprender más en 48 horas intensivas que en un año de salidas como autodidacta. Es una cuestión de tiempo y resultados.
Los talleres o escapadas, pongo el ejemplo de EVADIUM, permiten en poco tiempo tener unos conceptos claros, sencillos y básicos de manera intensiva para poner en práctica el resto del año en nuestras propias escapadas en solitario. La fotografía en definitiva es técnica, una vez aprendida, la creatividad y visión personal de nuestra mirada harán el resto, con una compacta, reflex analógica o digital obtendremos buenos resultados, pero mejor, bien acompañados.