Lisboa viste de carnaval lejos de quienes azotan a Europa
A pesar de batir récord en su tasa de paro con un 14% durante el final del último año, (cuatro puntos por encima de la media europea) la mayor desde que se tiene registro en 1950, y estar en la cuerda floja empresas y multinacionales que el país alberga, con nuevos despidos y cierres patronales, Portugal y sus habitantes están orgullosos principalmente de no estar obligados o dictados por nadie para acometer las reformas oportunas para salvar la crisis, sino preparados desde hace tiempo, para asumirlas junto al gobierno, cueste lo que cueste, porque creen en ello.
Y es ésta, la situación diferente que posiciona a Portugal, por actitud entre los vencidos, rescatados o endeudados, a pesar de querer equipararla o compararla por algunos políticos de turno, con países como Grecia, en donde las protestas llevan otro camino casi desesperado, alimentados por sindicatos, una refriega sin cuartel con el gobierno griego, que ni contó en su momento, ni cuenta ahora con el pueblo para sus reformas, ejemplo vivo de la economía actual y la política europea de la zona euro.
Pero lejos de la política, y sus copartícipes, los sindicatos, que aburren al más pintado, y que no muy tarde podrían acabar en la cárcel, …como ya lo hizo Islandia…por estafar y ser principales impulsores de la actual crisis tanto en Portugal como otros países, el tradicional carnaval lisboeta se ha dado cita este fin de semana por el centro de la capital portuguesa, animado de gaitas, percusiones y un elenco abarrotado de ciudadanos con coloridas vestimentas carnavalescas que muestran la cara afable de un pueblo en donde la sencillez, honradez de sus miradas y hospitalidad al visitante, son su mejor arma para capear el temporal, que desde hace un año sufre de la presión de los mercados sobre su economía maltrecha.
Entre las calles del centro histórico de la ciudad de Lisboa, desde Plaza del Comercio a Rossio, transcurre entre ritmos o timbales bajo el sol amable de la tarde, la decimocuarta edición del desfile de carnaval, que año tras año es organizado por las propias asociaciones culturales, siempre con un ambiente festivo y divertido, como lo son los portugueses.
Entre bailes tradicionales que se representan en honor de algunas ex-colonias portuguesas, pero también con aires africanos y brasileiros, tanto pequeños, grandes y mayores, sonríen acompasados con las manos unidas formando círculos para festejar tal evento.
Bailando como tan bien lo saben hacer esta amalgama de multiculturas, angoleñas, brasileiras, africanas y de tantos otros lugares, que como antaño, además de cantar al fado sus lamentaciones, muestran a través del carnaval, alguna de sus alegrías….reivindicando en tiempo de crisis, lo mejor de las personas y la condición humana, la alegría de vivir y seguir adelante dando la espalda a quienes azotan con sus mercados sin escrúpulos a Europa.
De todo ello, y de sus gentes, aquí hay un breve reportaje de la ciudad de lisboa durante este fin de semana.