No solo la cabra tira al monte
Ya hace casi un año que un emprendedor aragonés, Carlos Barrabés, participó de manera activa en la elaboración de un informe – estudio para el MARM (El Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino, a través de la Dirección General de Desarrollo Sostenible del Medio Rural) . En él se dejaba claro que una de las alternativas para el futuro de muchas familias iba a ser el medio rural y planteaba algunas medidas.
No se ha equivocado mucho, y en lo que va de año, han sido cientos de éstas las que están poblando de nuevo el medio rural viendo en las ciudades y quienes rigen a golpe de impuestos las mismas, la jungla de cristal que antaño nos mostraba la gran pantalla. Aún así queda mucho por hacer, o casi todo, entre ello, las medidas fiscales necesarias y aquellas por parte de administraciones que faciliten a los ayuntamientos el asentamiento de nuevos pobladores, no sólo para evitar la desaparición de los núcleos rurales, sino para dar cobijo a quienes por la pésima gestión administrativa, de políticos e instituciones y principalmente entidades financieras, han arruinado a sabiendas la vida de tantas familias en todas las comunidades autónomas de nuestra maltrecha geografía. Actualmente son alrededor de 200 familias desahuciadas cada día, por las entidades financieras, que a su vez están amparadas por el tribunal constitucional y por supuesto por nuestra clase política….¿Quien puede contra eso..?, me temo que nadie. Por ello un año después vemos como tantas promesas, que nunca llegarán las medidas que el estudio augura, pues no interesa, y menos a un ministerio, y mucho menos a sus políticos.
Ante tal situación muchos han seguido un viejo consejo, “cuando las barbas de tu vecino veas mojar…” y han optado por el único camino que es cortar por lo sano, no alimentando la bolsa que sustenta tal enjambre de vividores a costa de los demás. Como solución parcial a lo que Barrabés auguraba en cuanto a los nichos de empleo del medio rural, hay algunos que lo han tenido claro, y por ello han seguido algunos pasos, aunque no estuvieran en dicho informe o estudio, pero que como fin, tiene el regreso al medio rural de muchos parados y principalmente autónomos o trabajadores por cuenta propia. Y aunque alguno lo pueda tildar de desobediencia civil, como lo llaman ahora, cada vez me encuentro con más de esos paisanos, antes urbanítas que han seguido estos pasos; 1º darse de baja de autónomos, y dejar de cotizar la cuota de seguridad social más cara de Europa, 2º- vender lo que tienen e irse al campo, 3º no pagar impuesto alguno y 4º vivir de lo que la tierra da e intercambiar vía trueque los excedentes, como antaño y como mucho, tener el dinero siempre debajo de la baldosa, nunca en los bancos. Y es que está claro que una cosa son las buenas intenciones y otra muy diferente los intereses políticos y financieros que nunca dejarán fraguar los proyectos de futuro, por mucho desarrollo rural que conlleven, puesto que cuantos más pobres haya, más ricos serán los otros. Nos preparamos pues para la nueva era, en la cual, quien no tenga para comer irá a casa el vecino a robar para alimentar a sus hijos o en la que no sólo la cabra tira para el monte.