Por tierras ansotanas
Los ansotanos pueden presumir de conservar una de las más antiguas vestimentas de España y con una variedad de hasta catorce tipos diferentes de trajes, que corresponden a la vida cotidiana y festiva de su pueblo. Pero además de su traje, Ansó es una de las grandes cabeceras históricas de la montaña aragonesa que desde tiempos inmemoriales fue Cuna del Reino de Aragón, gozando de privilegios y autonomía política considerables.
Con un término municipal que abarca toda la frontera con Francia hasta Candanchú debido a complejos procesos históricos, su aislamiento orográfico lo ha convertido en uno de los valles pirenaicos mejor conservados, medioambiental y culturalmente.
La fortaleza de Ansó ha venido determinada por su otra inmensa riqueza forestal, ahora con explotación regulada; su gran cabaña de vacuno y caballar, fundamentalmente, y una serie de acuerdos y tratados (pacerías) con sus vecinos de Roncal (Navarra) y Baretous (Bearn) que le permitían dominar extensiones importantes del Pirineo.
Su privilegiado entorno, desde la foz de Biniés hasta Linza, pasando por el bosque de Gamueta, Las coronas o llegando hasta Aguas tuertas, y debido a las difíciles comunicaciones, nos descubren un espacio natural envidiado que guarda una parte del pirineo escondido sólo para unos pocos, aquellos que como viajeros desean descubrir nuevos lugares y rincones aunque cueste llegar a ellos.
Con un cincuenta por ciento de la totalidad del Parque Natural de los Valles Occidentales, este Valle goza de ser la referencia y punto de partida para quienes quieren conocer un hábitat y ecosistema único en todo europa, concentrando tantas especies y tipos de flora en un kilómetro cuadrado que pocos lugares del mundo poseen.
Volviendo a su cultura, y tradición; la arquitectura popular es uno de los grandes atractivos de cualquier viajero que se acerca a sus empedradas calles y fachadas dinteladas. El conjunto urbano además de monumental, con casas de arquitectura definida que cuentan galerías, balconadas, arcos dovelados y chimeneas típicas que coronan los tejados de dos, tres y cuatro aguas de teja ansotana, responde a lo ya casi desaparecido en otras zonas de la montaña, la identidad de los pueblos de antes, exquisitamente bien conservados, alejados del codicioso urbanismo y llenos de una vida peculiar, afable, hospitalaria y llena de paz. Todo un lujo para quienes saben apreciar las cosas buenas que nos da el viaje.
Recomendación para el viajero:
Localizaciones: Bosques de Gamueta, Zuriza, Linza, Foz de Biniés, Conjunto arquitectura tradicional de la propia Villa.
Donde alojarse: Posada Magoria: Posada vegetariana, probablemente la mejor del Pirineo. Alojamiento con trato familiar exquisitamente restaurado y con una calidad/precio única. Además realizan actividades periódicamente como talleres de cocina vegetariana, relax, o talleres de fotografía. Tlf: 974 370049
Cuando viajar: Cualquier época es idónea, tanto en invierno que se practica esquí de fondo y raquetas en Linza, como otoño o primavera, así como verano con sus fiestas y el recomendado “Día de la exaltación del traje ansotano” que se celebra el último domingo de Agosto.
[ad#468]