Un paraíso en otoño, llamado Toscana
Muchos habréis tenido oportunidad de visitar en alguna ocasión la Toscana. Uno de los rincones de Italia, más visitados por fotógrafos de todas las nacionalidades.
Su patrimonio, arquitectura renacentista y edificios palaciegos así como toda la historia que posee, la hace un destino idóneo para quienes en el viaje cultural tienen un binomio perfecto, pero Toscana ofrece mucho más y ese es uno de los principales objetivos que llevamos realizando desde ya hace seis años en ésta increíble región de Italia.
Nuestro viaje fotográfico desde hace tiempo está enfocado en poder disfrutar con calma y sosiego de lugares únicos que normalmente están abarrotados de turismo durante todo el año, en una época en la que no lo está y que nos permite ver y fotografiar una Toscana muy diferente, en todo su esplendor y a solas tanto por las localizaciones en las que dormimos como por las horas en las que las visitamos con nuestras cámaras.
Uno de los pilares de nuestros viajes es poder enseñar a los asistentes cuáles son las mejores horas para la práctica fotográfica, entendiendo que el resto del tiempo es importante dedicarlo a descubrir, empaparse y realizar una inmersión tanto vital cómo documental de aquello que fotografiamos, de su historia, tradiciones y el modo de vida que allí acontece. El viaje no es únicamente tomar fotografías, es mucho más. Una oportunidad de conocer y descubrir culturas, y enriquecernos con el conocimiento de la historia de otros lugares y destinos al mismo tiempo que fotografiamos sus paisajes.
Tanto el proceso de preparación del equipaje idóneo, ligero en todas las ocasiones, tanto fotográfico cómo de ropa, cómo el diseño y la puesta en marcha de la realización del itinerario, que ha de seguir siempre unas pautas y disciplinas que permiten no sólo disfrutar de cada destino, sino además conseguir capturar la esencia del mismo y traernos un recuerdo tanto gráfico y visual como una experiencia vital que no olvidaremos nunca.
Una año más viajamos a finales de octubre hasta primeros de noviembre a descubrir su bello patrimonio, en las horas tempranas y la noche, sus colinas al atardecer y degustar la gastronomía local para entender desde dentro la esencia de un paraíso renacentista en una época maravillosa, el otoño de la Toscana.
Si te animas, aún quedan dos últimas plazas de una cancelación de ultima hora. No te lo pienses, es una oportunidad que te va a encantar.
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